Las consultorías suelen dividirse en al menos 4 fases:
Diagnóstico: se evalúa la situación de partida para identificar problemas y cuestiones mejorables.
Diseño de un plan de acción: se elabora la hoja de ruta para intervenir en base a los resultados del diagnóstico.
Implementación del plan: se aplican los puntos del plan de acción.
Evaluación de resultados: se vuelve a realizar una diagnosis, y el resultado se compara con la situación inicial. En caso de que la consultoría incluya un servicio recurrente que implique un seguimiento o la realización de acciones de forma continua, los procesos de evaluación se repetirán con cierta periodicidad.
Esquema de un colegio tecnológicamente preparado: